Otonari no Tenshi-sama capítulo 2



Otonari no Tenshi-sama ni Itsu no Aida ni ka Dame Ningen ni Sareteiru ken capítulo 2


 

Traductor por parte de: Mr.C                                 Traducción original: hellping

La Oferta Del Ángel

 

“Amane, tu nariz es ruidosa.”

“Tú eres ruidoso”

Al día siguiente, el que pesco un resfriado fue Amane.

Su compañero de clase, mejor dicho, su mal amigo Itsuki Akazawa, noto lo ruidoso que era Amane, Amane quiso suspirar solo para fallar en el intento.

En cambio, solo podía tratar de respirar a través de su nariz.

Él se sentía muy mal, y tenia un punzante dolor de cabeza, ya sea porque su nariz estaba tapada o por el resfriado.

Él había tomado medicina que compro en la farmacia, pero los síntomas nunca desaparecieron, y termino de esta manera.

Su cara se contrajo cuando su cara conoció a su pañuelo otra vez. Itsuki parecía más sorprendido que preocupado.

“¿No estabas bien ayer?”

“Pesque un resfriado en la lluvia”

“¿Estas bien? ¿No trajiste paraguas ayer?”

“… Se la preste a alguien”

Naturalmente, no dijo que se la presto a Mahiru, así que lo evito vagamente.

 

En otros comentarios, el encontró a Mahiru en la escuela, se veía bien algo vibrante. Era algo ridículo para él, que fue quien le dio el paraguas a ella.

Pero el realmente se lo merece, por no tomar un baño caliente para calentar su cuerpo después de estar bajo la lluvia.

“Pero en serio, dejarle el paraguas cuando estaba lloviendo tan fuerte, ¿No demasiado buena persona?”

“No era como si tuviera otra opción en ese momento. Justo se lo preste a otra persona.”

“¿A quien se lo diste que tomaste el riesgo de enfermarte?”

“… ¿A un niño que se perdió?”

Mejor dicho, alguien con la estatura de un niño. Realmente, ella esta en el mismo año que él.

(Ya veo, ella tenia el aspecto de un niño perdido.)

Solo cuando lo dijo cayo en cuenta de lo era.

En ese momento, la expresión de Mahiru era la de un niño perdido buscando a sus padres.

“Eres un buen hombre”

 

Itsuki no sabía nada de los pensamientos que pasaban por la mente de Amane, mientras este ultimo pensaba en Mahiru, y este se rio con picardía.

“Bueno, no sé a quien le dejaste tu paraguas, pero tu solo limpiaste tu cuerpo y lo dejaste así, ¿verdad? Es por eso por lo que te enfermaste”

“¿Cómo lo sabes?”

“cualquiera puede ver lo poco que te preocupas por ti mismo solo con ver tu casa. Por eso pescaste un resfriado, idiota.”

Una vez que Amane fue regañado tuvo que permanecer en silencio.

Como Itsuki decía, Amane nunca se preocupó por su propia situación.

Para agregar, no se le daba bien limpiar y su habitación estaba hecha un desastre. Usualmente comía bentos y suplementos que compraba en las tiendas de conveniencia, o comía afuera.

Y dices que vives solo. Itsuki mira atónito.

 

Para Itsuki no era sorpresa que Amane se enfermara debido a su estilo de vida perezoso.

“Apúrate a volver a casa y descansar de una vez. Tenemos el fin de semana a la vuelta de la esquina así que recupérate pronto.”

“Claro…”

“Sería bueno si tuvieras una novia que pueda de cuidarte”

“Eres ruidoso, y tu tienes una novia, cállate.”

Itsuki sonrió con dulzura. Amane metió su mano en la caja de pañuelos, molesto.

El tiempo paso y la salud de Amane empeoro.

Los síntomas del resfriado eran dolor de cabeza y nariz mocosa, pero ahora acompañados de dolor de garganta y fatiga, paralizando todo su cuerpo.

Después de la escuela, se apuro a llegar a casa, pero el resfriado era peor de lo que el pensó, sus pasos eran extremadamente lentos.

A pesar de eso, logro llegar a la entrada del complejo de apartamentos. Llevando sus pesados pies hasta el elevador y apoyo su cuerpo en la pared.

 

(Haa), se encontró respirando de forma más errática que antes y con calentura.

            De alguna manera se las arreglo para soportarlo en la escuela, se relajo más al estar mas cerca de casa, y su cuerpo se sentía insoportable en ese momento.

            Usualmente estaba bien con la gravedad el ascensor, pero a este punto eso le provocaba dolor.

Sin embargo, estaba a punto de llegar a casa.

El elevador paro en su piso, y lentamente bajo de este, arrastrando sus pies, solo para congelarse.

Ante sus ojos había una chica con cabello color lino, una con la que asumió que nunca volvería a hablar.

En términos de apariencia, su cara esta llena de vida, su piel se veía bien.

Cualquiera habría tomado por hecho que ella es la que se habría enfermado, pero, de hecho, ella estaba perfectamente bien. Tal vez porque ella si cuidaba de si misma, esa era la gran diferencia entre ellos dos.

 

 

Las manos de Mahiru sostenían el paraguas cuidadosamente doblado que le había dado el día anterior.

Le dijo que no hacia falta de lo devolviera, pero ella lo hizo.

“… No necesitas devolverlo”

“Pero ¿No debería devolver lo que tome prestado?”

Sus palabras se fueron apagando. Se podría decir que fue porque vio la cara de Amane.

“Mmm ¿Tienes fiebre?”

“Eso no tiene nada que ver contigo, ¿verdad?”

Ella apareció en el peor momento posible, por lo que Amane frunció el ceño.

Para dejarlo claro, no importaba si el paraguas fue devuelto.

 Pero ahora no era buen momento para que se encontraran. Ella era sabia, y podía deducir porque fue que Amane se enfermó.

“Pero, esto paso porque tome prestado el paraguas…”

“Eso fue lo que hice. No tiene nada que ver con esto.”

“Si tiene, fue porque estaba ahí, entonces pescaste el resfriado.”

 

“Esto no es nada, no tienes que preocuparte.”

Amane no quería que otros se preocuparan por algo que hizo por autosatisfacción.

Pero parecía que Mahiru lo dejara pasar solo con unas cuantas palabras. Su linda cara mostraba preocupación.

“Es suficiente, hasta luego.”

Amane estaba incomodo por ser interrogado, así que decidió escapar de las preguntas y preocupaciones de Mahiru.

Tropezando, recibió el paraguas, busco en su bolsillo la llave… finalmente estaba en ese punto.

Después de que Amane abrió la puerta perdió fuerza repentinamente.

Su mente se había relajado cuando por fin entro en su casa. Su cuerpo tropezó en el muro detrás de él.

(uh oh) pensó el, pero la barandilla del corredor era realmente robusta y no se rompería con un pequeño impacto.

Era lo suficientemente alto, y no había forma de que se hubiera caído afuera, le dolería un poco chocar con él, pero eso era de esperar... y así se preparó.

Pero su brazo fue agarrado de repente, se las arregló para recuperar la postura.

“No puedo dejarte así en lo absoluto.”

La suave voz entro en su débil conciencia.

“Debo devolverte el favor.”

Su cabeza estaba borrosa, probablemente porque estaba febril, y no podía entender las palabras que ella decía.

Antes de que Amane pudiera hacer algo, Mahiru arrastro el cuerpo inerte de Amane y abrió la puerta.

“Voy a entrar, por favor perdóname, pero tengo que hacerlo.” La voz tranquila demando.

Amane, afectado por un resfriado, se dejo arrastrar sin oponer resistencia; esa fue la primera vez que Amane trajo a una chica de su edad a casa

Si bien no tenía una novia que lo cuidara mientras estaba enfermo, parecía que había un ángel que lo cuidaba.

Otonari no Tenshi-sama ni Itsu no Aida ni ka Dame Ningen ni Sareteiru ken capítulo 2

 


Traductor por parte de: Mr.C                                 Traducción original: hellping

La Oferta Del Ángel

 

“Amane, tu nariz es ruidosa.”

“Tú eres ruidoso”

Al día siguiente, el que pesco un resfriado fue Amane.

Su compañero de clase, mejor dicho, su mal amigo Itsuki Akazawa, noto lo ruidoso que era Amane, Amane quiso suspirar solo para fallar en el intento.

En cambio, solo podía tratar de respirar a través de su nariz.

Él se sentía muy mal, y tenia un punzante dolor de cabeza, ya sea porque su nariz estaba tapada o por el resfriado.

Él había tomado medicina que compro en la farmacia, pero los síntomas nunca desaparecieron, y termino de esta manera.

Su cara se contrajo cuando su cara conoció a su pañuelo otra vez. Itsuki parecía más sorprendido que preocupado.

“¿No estabas bien ayer?”

“Pesque un resfriado en la lluvia”

“¿Estas bien? ¿No trajiste paraguas ayer?”

“… Se la preste a alguien”

Naturalmente, no dijo que se la presto a Mahiru, así que lo evito vagamente.

 

En otros comentarios, el encontró a Mahiru en la escuela, se veía bien algo vibrante. Era algo ridículo para él, que fue quien le dio el paraguas a ella.

Pero el realmente se lo merece, por no tomar un baño caliente para calentar su cuerpo después de estar bajo la lluvia.

“Pero en serio, dejarle el paraguas cuando estaba lloviendo tan fuerte, ¿No demasiado buena persona?”

“No era como si tuviera otra opción en ese momento. Justo se lo preste a otra persona.”

“¿A quien se lo diste que tomaste el riesgo de enfermarte?”

“… ¿A un niño que se perdió?”

Mejor dicho, alguien con la estatura de un niño. Realmente, ella esta en el mismo año que él.

(Ya veo, ella tenia el aspecto de un niño perdido.)

Solo cuando lo dijo cayo en cuenta de lo era.

En ese momento, la expresión de Mahiru era la de un niño perdido buscando a sus padres.

“Eres un buen hombre”

 

Itsuki no sabía nada de los pensamientos que pasaban por la mente de Amane, mientras este ultimo pensaba en Mahiru, y este se rio con picardía.

“Bueno, no sé a quien le dejaste tu paraguas, pero tu solo limpiaste tu cuerpo y lo dejaste así, ¿verdad? Es por eso por lo que te enfermaste”

“¿Cómo lo sabes?”

“cualquiera puede ver lo poco que te preocupas por ti mismo solo con ver tu casa. Por eso pescaste un resfriado, idiota.”

Una vez que Amane fue regañado tuvo que permanecer en silencio.

Como Itsuki decía, Amane nunca se preocupó por su propia situación.

Para agregar, no se le daba bien limpiar y su habitación estaba hecha un desastre. Usualmente comía bentos y suplementos que compraba en las tiendas de conveniencia, o comía afuera.

Y dices que vives solo. Itsuki mira atónito.

 

Para Itsuki no era sorpresa que Amane se enfermara debido a su estilo de vida perezoso.

“Apúrate a volver a casa y descansar de una vez. Tenemos el fin de semana a la vuelta de la esquina así que recupérate pronto.”

“Claro…”

“Sería bueno si tuvieras una novia que pueda de cuidarte”

“Eres ruidoso, y tu tienes una novia, cállate.”

Itsuki sonrió con dulzura. Amane metió su mano en la caja de pañuelos, molesto.

El tiempo paso y la salud de Amane empeoro.

Los síntomas del resfriado eran dolor de cabeza y nariz mocosa, pero ahora acompañados de dolor de garganta y fatiga, paralizando todo su cuerpo.

Después de la escuela, se apuro a llegar a casa, pero el resfriado era peor de lo que el pensó, sus pasos eran extremadamente lentos.

A pesar de eso, logro llegar a la entrada del complejo de apartamentos. Llevando sus pesados pies hasta el elevador y apoyo su cuerpo en la pared.

 

(Haa), se encontró respirando de forma más errática que antes y con calentura.

            De alguna manera se las arreglo para soportarlo en la escuela, se relajo más al estar mas cerca de casa, y su cuerpo se sentía insoportable en ese momento.

            Usualmente estaba bien con la gravedad el ascensor, pero a este punto eso le provocaba dolor.

Sin embargo, estaba a punto de llegar a casa.

El elevador paro en su piso, y lentamente bajo de este, arrastrando sus pies, solo para congelarse.

Ante sus ojos había una chica con cabello color lino, una con la que asumió que nunca volvería a hablar.

En términos de apariencia, su cara esta llena de vida, su piel se veía bien.

Cualquiera habría tomado por hecho que ella es la que se habría enfermado, pero, de hecho, ella estaba perfectamente bien. Tal vez porque ella si cuidaba de si misma, esa era la gran diferencia entre ellos dos.

 

 

Las manos de Mahiru sostenían el paraguas cuidadosamente doblado que le había dado el día anterior.

Le dijo que no hacia falta de lo devolviera, pero ella lo hizo.

“… No necesitas devolverlo”

“Pero ¿No debería devolver lo que tome prestado?”

Sus palabras se fueron apagando. Se podría decir que fue porque vio la cara de Amane.

“Mmm ¿Tienes fiebre?”

“Eso no tiene nada que ver contigo, ¿verdad?”

Ella apareció en el peor momento posible, por lo que Amane frunció el ceño.

Para dejarlo claro, no importaba si el paraguas fue devuelto.

 Pero ahora no era buen momento para que se encontraran. Ella era sabia, y podía deducir porque fue que Amane se enfermó.

“Pero, esto paso porque tome prestado el paraguas…”

“Eso fue lo que hice. No tiene nada que ver con esto.”

“Si tiene, fue porque estaba ahí, entonces pescaste el resfriado.”

 

“Esto no es nada, no tienes que preocuparte.”

Amane no quería que otros se preocuparan por algo que hizo por autosatisfacción.

Pero parecía que Mahiru lo dejara pasar solo con unas cuantas palabras. Su linda cara mostraba preocupación.

“Es suficiente, hasta luego.”

Amane estaba incomodo por ser interrogado, así que decidió escapar de las preguntas y preocupaciones de Mahiru.

Tropezando, recibió el paraguas, busco en su bolsillo la llave… finalmente estaba en ese punto.

Después de que Amane abrió la puerta perdió fuerza repentinamente.

Su mente se había relajado cuando por fin entro en su casa. Su cuerpo tropezó en el muro detrás de él.

(uh oh) pensó el, pero la barandilla del corredor era realmente robusta y no se rompería con un pequeño impacto.

Era lo suficientemente alto, y no había forma de que se hubiera caído afuera, le dolería un poco chocar con él, pero eso era de esperar... y así se preparó.

Pero su brazo fue agarrado de repente, se las arregló para recuperar la postura.

“No puedo dejarte así en lo absoluto.”

La suave voz entro en su débil conciencia.

“Debo devolverte el favor.”

Su cabeza estaba borrosa, probablemente porque estaba febril, y no podía entender las palabras que ella decía.

Antes de que Amane pudiera hacer algo, Mahiru arrastro el cuerpo inerte de Amane y abrió la puerta.

“Voy a entrar, por favor perdóname, pero tengo que hacerlo.” La voz tranquila demando.

Amane, afectado por un resfriado, se dejo arrastrar sin oponer resistencia; esa fue la primera vez que Amane trajo a una chica de su edad a casa

Si bien no tenía una novia que lo cuidara mientras estaba enfermo, parecía que había un ángel que lo cuidaba.

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